Todo empezó en Leila. El día amaneció despejado con algunas nubes, pero no importaba. Lo peor llegaría en la tarde. Esa niñera algo nerviosa amenazaba por dejar el matrimonio destrozado. Así aclamaron algunos de los presentes con el corazón encogido después de la noticia. Sin embargo, al llegar Michel solo empeoró la situación. Su manera tosca y sexualizada de hablar hizo lanzar espuma por la boca a más de un crítico literario, y aun así, lo consideraban uno más de la familia. El tema del burro fue diferente. Ese animal no es un perro, decían. Es casi como un caballo, imaginen un cuadrúpedo peludo de gran tamaño no apto para salones pequeños. Jesús miró a Michel como nunca antes lo había hecho, cuando éste comentó con una leve sonrisa entre los labios lo portentoso de sus atributos. Fernanda dejó caer la bandeja con las copas y de su boca tropezaron palabras impronunciables tan parecidas a una maldición que hizo enmudecer hasta al mismo José presente en el Belén. Dubravka fumaba en la terraza junto a Helga. Hablaban de su hijo, ya eran dos meses sin saber nada. La guerra partió su vida por la mitad y la herida no cicatrizaba. Lo raro es vivir, dijo Helga con un súbito suspiro. Te ha quedado muy poético, contesto Dubravka con las lágrimas caídas mientras la abrazaba. Sonó el histriónico timbre. John y su verbena. Como una lengua de mar entró en el salón dejando las bolsas llenas de regalos absurdos sobre la mesa. Besó y abrazó efusivamente como si aquella fuera la última vez, la última reunión, el último acto con sus amigos. Sí, los únicos capaces de aguantar sus sandeces, incoherencias y días asquerosos, como él los llamaba. Y ahora comamos y bebamos hasta quedar dormidos, inhertes y asexuados, dijo con voz aterciopelada y tímbrica mirando de soslayo a Michel. Salud.
Etiqueta: thriller psicológico
El desorden que dejas de Carlos Montero
No es habitual que lea la sinopsis de un libro; prefiero dejarme aconsejar por mi librero, por amigos o por mi instinto, y a veces, por la publicidad. El libro estaba en la sección de novela negra (mi género favorito), esperando que lo cogiese. Sentí que estaba ahí para mí. Y sin darme cuenta… leí la sinopsis, creando con ello grandes expectativas.
Raquel, profesora de literatura, cubre una suplencia de seis meses en un instituto de un pueblo del interior de Galicia, Novariz. En su primer día de trabajo, se entera de que Viruca, su predecesora, se ha suicidado y al finalizar las clases encuentra una nota que dice: «¿Y tú cuánto vas a tardar en morir?». A partir de este momento Raquel se verá inmersa en una trama de la que ya no podrá escapar.
El elenco de personajes que acompaña a Raquel es variopinto: familia, alumnos, profesores y habitantes del pueblo. Algunos personajes están estereotipados y no bien construidos. Casi toda la novela tiene una narración en primera persona a cargo de Raquel, pero esto no debe ser excusa para no tener buenos personajes secundarios. Los capítulos narrados en tercera persona no están bien aprovechados.
Carlos Montero trata temas sociales como el acoso escolar, el ciberacoso, las drogas, el paro, la corrupción, el abuso a menores y el suicidio junto con temas personales o intimistas. Estos temas, como la culpa y las mentiras sobre las que montamos nuestras vidas han calado más en mí que la propia trama principal.
Por otro lado, hecho en falta riqueza de vocabulario y encuentro algunos párrafos descuidados, con palabras repetidas demasiadas veces o bien con expresiones poco adecuadas.
Un domestic noir…¿entretenido?
El desorden que dejas cuenta con los elementos adecuados para ser considerado un buen thriller del subgénero domestic noir, sin embargo, no ha conseguido crear en mí ese estado de alarma, de inquietud, de empatía que hace que me introduzca de lleno en la novela.
Con todo esto y un final precipitado, desdibujado y rocambolesco, si tengo que dar un adjetivo a la novela solo hay uno que me ronda la cabeza…una novela entretenida. Y por entretenida decaen mis expectativas. Pienso que un thriller puede ser de todo, menos entretenido.
Los rostros de Victoria Bergman. Persona, Trauma y Catarsis, la trilogía de Erik Axl Sund.
Persona es una novela negra escandinava por excelencia, con todos los requisitos para convertirse en una “bomba”. Thriller psicológico llevado a tal punto que la resolución del caso se convierte en subtrama. De hecho en Persona no se resuelve nada, bueno sí, hay una parte fundamental que queda zanjada para el lector, al estilo Hitchcock, aunque no desde el principio como el buen maestro hacía de vez en cuando.
Terminado el primer libro de la trilogía me queda «la sensación de déjà vu «. El giro hacia finales del libro se puede prever, ya no solo por el título del libro, sino porque es un recurso habitual en tramas psicológicas.
LA ÚLTIMA SENSACIÓN DE LA NOVELA NEGRA ESCANDINAVA.
“EL THRILLER PSICOLÓGICO DEL AÑO. EXPLORA LOS RINCONES MÁS IMPENETRABLES DE LA MENTE HUMANA” LE MONDE
“EL FENÓMENO QUE ARRASA EN EUROPA” LE PARISIEN
MÁS DE TRES MILLONES DE EJEMPLARES VENDIDOS
Intento que la publicidad no me influya a la hora de elegir un libro; pero hay veces que no lo puedo evitar. En este caso me gustó el diseño de la cubierta y, siendo un thriller… suficiente para comenzar a leer.
La trilogía llegó a España con comentarios y datos de venta fantásticos a nivel europeo. ¿Ocurre igual en España? De esta trilogía poco se habla y el éxito de ventas esperado parece ser que no ha llegado (es posible que el éxito llegue con la edición de bolsillo).
El tema es complicado: pederastia, abusos sexuales y psicológicos, violaciones, niños-soldado. En la novela negra este tema no es nuevo. Difícil sí, por descontado, pero ¿es suficiente para no leer este libro? Pienso que no. Es posible que haya otros motivos que se me escapan.
UNA BUENA CORRECIÓN HACE UNA NOVELA MEJOR
Sobre las correcciones siempre se dice lo mismo: hay que escribir, escribir y escribir mucho para después corregir, corregir y seguir corrigiendo. Está claro que hay un límite en las correcciones sino todas las novelas serían bonsáis. Los rostros de Victoria Bergman está traducida del francés y no del sueco (idioma original). Este dato no tiene importancia si la corrección es buena.
En Persona es fácil encontrar algunos errores: de verbo (como el uso de traer-llevar), de concordancia de modo (usa el futuro de indicativo en lugar de tiempo de subjuntivo) y de expresiones que se repiten varias veces.
Por supuesto que para equivocarse hay que escribir, y yo no puedo dar lecciones, pero como lectora si puedo pedir una buena corrección.
¿PORQUÉ ESCRIBIR UNA EN LUGAR DE TRES?
Por las numerosas alteraciones de las secuencias cronológicas de la historia, no concibo esta obra por partes.
Sin haber terminado la trilogía me aventuro a decir que el dúo de autores (Erik Axl Sund está formado por el tándem Jerker Eriksson y Håkan Alexander Sundquist) escribieron una sola novela y al terminar…ufff 1.200 páginas! Me imagino la conversación hecha realidad: Pues dividamos en tres partes. En lugar de una novela a la antigua usanza tenemos tres… Y las monedas van cayendo al bolsillo (al mío no, al de ellos).
Y CON TODO ESTO, SIGO LEYENDO
Pues sí, el thriller me gusta, me atrapa y me dejo llevar, sin jugar a los detectives. En esta ocasión me siento atrapada en un mundo difícil, en el que no he conseguido empatizar con los personajes, pero aún así, sigo leyendo.
Persona, Trauma y Catarsis son las tres novelas que componen la trilogía Los rostros de Victoria Bergman.