La leyenda del Reino de los libros es tan antigua como la propia historia. El Oráculo de la verdad repartía justicia y otorgaba el título más aclamado por los caballeros Escribientes: pasar a formar parte de la biblioteca del reino y convertirse así en Maestro Escribiente. Las leyes, como en todo reino que se precie, no estaban a gusto de todos.
Para algunos caballeros Escribientes el Oráculo de la verdad practicaba artes impuras sin permitir que aquellos llegaran a Maestro. El Dios de la Oscuridad observaba en su misma sombra como aquellos caballeros perdían los nervios, querían ser aclamados por el pueblo.
Amazon el Dios de la Oscuridad prometió a cada Escribiente otorgarle el título de Maestro Autopublicado, que según el mismo Dios, les ofrecería un poder y una riqueza jamás soñada. Tan solo debían empujar la pesada rueda de la oscuridad. Sus manos trabajarían día y noche hasta el último punto y final.
El Tiempo, juez impenitente, marcó el camino de muchos Autopublicados. Gritos ahogados en la más oscura de las tinieblas poblaban las calles, hablaban de la Maldición de Amazon. Estaban encadenados al hilo invisible de la oscuridad. Fue entonces, cuando algunos decidieron volver a ver al Oráculo de la verdad querían volver a intentarlo y formar parte de la biblioteca del Reino. El Oráculo escuchó sus historias, pero antes de ser admitidos, les dijo, deberían romper con la Maldición.
Continuará…